Los estiramientos pueden iniciar una clase de Pilates, pero siempre marcan el final de la misma. La razón es doble: conllevan una relajación, pero es que además, la musculatura que hemos trabajado durante la sesión (que, obviamente, ha sido muy solicitada en contracción y se ha acortado durante la ejecución de los ejercicios) necesita volver a su longitud inicial preejercicio. Si solicitamos de forma repetida la contracción de un músculo y después no lo volvemos a su longitud inicial, se acortará finalmente, lo que puede modificar la estática y colocación de la pelvis, de la columna...nuestro cuerpo es una unidad funcional, nada puede ser considerado aisladamente. Cuando nos lesionamos un tobillo, por ejemplo, tendemos a no apoyar en el pie dolorido, sobrecargando el tobillo y la cadera opuestos: con los músculos acortados pasa igual, acabaremos lesionando por sobrecarga otra parte de nuestro cuerpo que tenga que realizar el doble de trabajo porque ese músculo en concreto no es capaz.
Con los estiramientos, buscamos la armonía corporal y el equilibrio entre nuestras articulaciones.
lunes, 15 de junio de 2009
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